| Lourdes, Lissa, Valeria y Virginia se reencontraron en el escenario de Moscú para una noche cargada de nostalgia, hits y entradas agotadas. El grupo dejó atrás las polémicas y demostró que la magia sigue intacta.
La noche de este domingo no fue una más en la Costanera porteña. El boliche Moscú fue testigo de un reencuentro que los fanáticos esperaban con ansiedad: Bandana volvió a presentarse en vivo, con sus cuatro integrantes históricas —Lourdes Fernández, Lissa Vera, Valeria Gastaldi y Virginia da Cunha— unidas para celebrar el inicio de los festejos por sus 25 años de carrera.
En el marco de la fiesta L.A.T.M. +35, organizada por el DJ Tommy Muñoz, el cuarteto surgido del reality Popstars en 2001 ofreció un show que funcionó como una cápsula del tiempo, desatando la euforia de un público que agotó las localidades en tiempo récord.
Un setlist a pura nostalgia
La expectativa se palpaba desde temprano en las redes sociales, donde las cantantes compartieron el minuto a minuto de los ensayos y el backstage. Lowrdez (Lourdes Fernández) fue quien marcó el pulso de la previa, repitiendo su mantra "es hoy" y anticipando la energía que luego explotaría en el escenario.
La apertura del show fue una declaración de principios: una mezcla potente de "12 horas" con el clásico internacional "Sweet Dreams". A partir de ahí, la noche fue una seguidilla de éxitos que hicieron vibrar el lugar:
-
Maldita Noche
-
Muero de Amor
-
Guapas
-
Nadie Como Yo
El broche de oro llegó con "Llega la Noche", dejando el clima en lo más alto y a los fanáticos, muchos de ellos fieles seguidores desde el primer día, coreando cada estrofa.
Borrón y cuenta nueva: la unidad sobre el escenario
Más allá de la música, los ojos estaban puestos en la dinámica del grupo. Los últimos meses habían estado marcados por tensiones internas que se hicieron públicas, especialmente tras situaciones personales complejas que involucraron a Lowrdez y Lissa.
Sin embargo, arriba de las tablas reinó el profesionalismo y la química. Las cuatro artistas dejaron cualquier conflicto fuera de la pista: hubo abrazos, miradas cómplices y una ejecución coreográfica que, si bien tuvo ajustes lógicos, respetó la esencia de los bailes originales que marcaron a una generación.
Bandana demostró que, a un cuarto de siglo de su nacimiento, el vínculo con su público sigue siendo inquebrantable. Lo del domingo en Moscú fue solo la antesala de un aniversario que promete seguir dando que hablar.
|